alexis naranjo
SAMAIN
O sombre fleur du
sexe
éparse en l´air
nocturne...
De vuelta a la ciudad,
entre la lluvia y los coches,
son esos versos viejos,
ajados, amarillos
los que en tu memoria se enredan
como música y promesa.
Juan Manuel Bonet
Café des exilés
I
Nitimur in vetitum
semper cupimusque negata; sic interdictis imminet aeger aques.
Nos lanzamos siempre hacia lo prohibido y deseamos lo
que se nos niega; así el enfermo acecha las aguas prohibidas.
Ovidio (3 Amores, 4, 17)
1
azarosa,
inevitablemente
rememoras esto y
aquello, vicisitudes, afanes
designios ocultos o
visibles
mientras el año
avanza hacia su fin
en el cielo de los
horóscopos no advertiste
las oscuras
desdichas
ni los días que
sobrevinieron
como
zarpazos de tigre
ni los fulgores de
un encuentro inesperado
sólo el deseo
y la más ardua
duplicidad
te trajeron su
presencia
ella conjurando los
presagios y tú
dividido, agotado,
feliz
jugando con el
sacro fuego del bardo
abrasado por el
procaz juego del bardo
2
en el orden de tu
vida
ella siembra lo
imprevisto
algarabía de signos
arrebato de
supercherías
tormentas, rescates
tanta energía te
hace falta para sus desafíos
tanto azar que
acaba entre mieles y jadeos
3
te equivocabas al
creer posible amansar
la mitad inferior
de ti
ahora es aquella
mitad
la que da belleza a
los goces de tu espíritu
4
más de ti, que
despiertas en mi sueño
más de tu sonrojo
que
es sazón de fruto prohibido
más de tu albur,
que es mi recompensa
albacea del vacío
no tengo alma sino
sombra
no tengo sombra
sino silencio
no tengo silencio
sino ansia
ansia que tu ardor
enciende
silencio que en tu
jadeo canta
sombra que tu
desnudez ilumina
cuerpo que en tu
cuerpo se vacía
5
bebe el sol de tus
labios
bebe el agua de tu
risa
hay trinos en mi
pecho
azahares me regalas
en tus senos
a tu nido me llevas
con la seda de
gemidos
tengo la cabeza en
el cielo
y los pies junto a
los tuyos
en el sagrado magma
del comienzo de los
tiempos
6
mientras de ti me
separo
los ecos de los
astros remontan
al vaho de tu flor
del más allá
los íntimos
fantasmas
te traen sus
sedosas jarras
con el rocío de
otra aurora
brotas de mí como
un susurro
las puertas me
abres
de otro nacer
y morir
7
contemplé tanto que
cegué la imagen
a diestra y
siniestra seguí al monje, inútilmente
por la gloria del
cuerpo
iba
yo hacia ti, amada
¿hubiese algún Buda
bendecido mis hábitos?
contemplé tanto que
traspasé la imagen
a diestra y
siniestra vi abrirse pétalos de fervor
por la gloria del
espíritu
me
aventuré en ti, amada
y los Siete Sabios
del bosquecillo de bambú
libaron conmigo
hasta el delirio
qué néctar manaba
de ti
qué esplendor de
azules epitelios
8
reíd pues demonios
comprad mis
mentiras con oro rival
incienso y mirra
para el lecho oculto
bajo ardientes,
hechizados embozos
reíd a mandíbula
batiente
que me he bautizado
con llamaradas de
piel y de carne
con argumentos de
intolerable hermosura
reíd
al compás de mis
falos pulidos y tersos
como pistilos de
nardos
oh reíd
mas dejad vuestras
divinas vestimentas
entre rezo y rezo
entre coito y coito
9
aferrado a tus
metamorfosis
luchabas en arduos
desasimientos
en tanto giraba tu
rueda
con disonantes ecos
pero hoy
con un estruendo
feliz
apuras la luz sin
credo
mientras salaces
los demonios
bendicen
el lecho de tu
amante
10
emerges de su
abisal instante
aíslas el nervio de
su gozo
saqueas los
palacios de su aliento
prodigas sus joyas
de uno a otro
cuerpo
las volubles
muertes
te inundan con
exquisita vehemencia
mientras los
vínculos se tornan
insípida mentira
quieras tú cien
veces negarla
que tantas veces
ella
en su sima te
abismará
11
sacra de impudicias
me redimen tus gozos de la aridez del día
urdiendo los instantes
en que estoy peligrosamente vivo
indócil, en vilo sobre tu ardor
empapado y herido
herido y restañado
con
la juventud feroz de tu risa
12
sibilinos
se encienden tus
escrúpulos
abrasan, te
consumen, se remansan
se tornan agua que
espejea
y entonces brillan
habrás de aceptar
la sed
de quien refleja al
sol
mientras se evapora
13
será tu suerte
incendiar el cielo
será tu suerte
ahondar la sima
mas no te aflijas,
amada:
la Casa de Venus
florecerá
con la pudrición de
nuestros pecados
y tampoco te ocultes:
será nuestra
condena devolver ese maná
a otros cielos y
simas
14
agobio y éxtasis
será lo nuestro
me acosas con
ruegos y con besos
me atas con gestos
de inocencia
me hieres con
suavísimas preguntas
pero mi presencia
es ya
la sombra que mi
soledad reclama
como vicio
que
quema y alimenta
15
más violento que tu
inmaculada maldad
el anillo del áspid
sellará
mi lacónico
testimonio
nos desangra aquel
sol
y la ley más
antigua de los hombres
saboreaba contigo
la extrañeza toda
del mundo
la más voluptuosa
expiación de la carne
16
¡y cómo la traición
dispensa
la justicia de las
máscaras!
tú y él
como tú y yo
a merced de
juramentos
máculas
venenos
17
venías de tan lejos
venías sin sombra o
quizá la mía
inexorable te
llamaba
venías abriéndote
paso
con otra fuerza,
otra sabiduría, otra belleza
pero quizá mi
sombra
era el desafío, el
señuelo del ardor
y qué irremediable
designio
te hizo llegar tan
cerca, aun más cerca
acá donde mis
sombras queman
en su gélido ritual
18
me perderá quien me
juzgue
me alcanzará con su
circo en brasas
me abrumará
con el ladrido
unánime de sus perros
mas qué asombro
haber repetido
hasta el hartazgo
las injurias de la
verdad
las calamidades de
la luz
sobre ruinas y
tinieblas
la fogosa adúltera
y los versos
me salvarán quizá
de
muchedumbres y mascaradas
pero sólo quedará
en mi paladar
la sal untuosa de
los sexos
¿y qué callaré
cuando la añoranza
me colme con sus
frutos?
¿y sobre qué bruma
brillarán
mis candentes
naderías
mis febriles
yermos?
19
mas si ya nunca
habrá discordia
te escucharé con el
sutil oído del infante
mientras sinuosos
violines rasguen la neblina
y te traigan como
una sentencia del Tao
y te loen
penetrándote
en la apertura sin
fin de la vigilia
mas si ya nunca
habrá discordia
este hálito
esta voluntad
partirán al viento
como pétalos
sangrantes
y en medio tú
suave alquimista
diseminándote
sobre la
tempestuosa faz terrenal
II
…surgit amari
aliquid
(De la fuente misma
de los placeres)
surge no se qué
amargura
Lucrecio, De natura rerum, libro IV, v. 1134
1
aboliste la magia:
en el laberinto de
tu oído
razones en
profusión
rompiste el asedio:
en el escozor de su
mirada
abrasión de tu
intemperie
heriste el sueño:
en el mohín de sus
labios
imprecación de
turbio nácar
volviste al yermo:
en el latir de tu
pecho
árida lluvia
recurrente
2
con qué falaz
pasión
saciaste los
deliquios y partiste
de razones en
premuras
de premuras en
excusas
de excusas en
silencios
para ti
el
envés de los espejos
para ti
la
flor glacial
3
indolente
sinuosa
en tu desidia
sepulta esta querella
pero respírame
jadéame
prohíja esta máscara, tu espejo
4
en el sueño
subías al monte de topacio a tentar al alción
y al borde del abismo danzabas
antes de ser engullida por
una tempestad de luz
cuando desperté
sobre el debastado lecho
sombríos caían
los pétalos de tu
flor
5
¿dices que tu silencio es transparente?
¿y qué quemante opacidad
es entonces tu
respuesta?
6
secreta es tu ley
ligero tu vestido
voraz tu lengua
ardes en tálamo ajeno
aunque tus alas baten
imperiosamente solas
imperiosamente libres
y ahora sobrevuelas
para caer y zaherirme
vertiéndome
ahíta
redentoramente
7
lleva, te imploro, esta sed a las cisternas
arrópame en el rielar de las desdichas
mas no ahuyentes a la loba
que en mí afila sus colmillos
en gritos insepultos abrásame
escúchame en la sangradura de los ecos
8
se ampara de mí tu enigma
simulacros y celadas
en tu cuerpo se hacen y deshacen
tu hambre de mí se alimenta
con la miel del incesto
me has cubierto
con tu copa de Leche de Virgen
me has embriagado
9
mi cuerpo en tu
cuerpo
sublimación del krater
vértigo hermafrodita
báratro en asedio
hidra decapitada
templo arrasado
macula peccati
anima mundi
anima mundi
III
horridas nostrae mentis purga tenebras
limpia la horrible
tiniebla de nuestra mente
Aurora Consurgens,
(tratado alquímico
atribuido a Tomás de Aquino)
sero medicina paratur cum mala per longas
convaluere moras
se prepara la medicina
demasiado tarde, cuando la enfermedad se ha fortalecido por una larga dilación
1
en tu refugio me hieres
con los mostos de la herida me unges
aunque zozobre
aunque miel y leche se pudran
aunque nuestras bocas limpien los sexos
en una Cópula de Hierro
2
no estás
aunque bata
las puertas selladas
no estás
aunque selle
las puertas batientes
3
una sola vez volviste
sobre la fiebre
era tu sima
4
irisado polen en tu piel mi sueño esparce:
al despertarme la brisa lo dispersa
¿mas quién despliega
lengua
bífida
tu
canto?
la vigilia me ciega
me enmudece el poema
5
en tu vientre
abismos de pureza
rescoldos de inmundicia
en tu vientre mi desangre
en la bocanada postrera
tu estigma, mi numen
6
¿tan frágil el mundo
que al despertarme
se acaba?
más fuerte tu ceniza
mi desvelo
7
fijo, aterido
velando al trasoñar
me adentro
por la cansada claridad del camino
que termina
y vacíos quedan los cuerpos
en la vaciedad de unos poemas
8
trasegada tu sombra
exhausto y vencido
hundo mis manos
en greda perversa
mas la misma helada
intemperie
me vuelca
anudado
demudado
yerto
en los ojos de
otros ojos
de otros ojos
donde yaces
arrebujada
lamia
vida
mía
9
no fuimos los amantes exiliados
sino el exilio del amor
y nada quedará de
nosotros
ni el fervoroso
misterio
ni tu nombre
equívoco
ni el éxtasis de
una revelación
ni el postrero
ahogo
ni el desdén que
ensombreció los ritos
ni los mutuos
espejismos
de un más allá
más allá
más allá
índice
I
1
– 19
II
1
– 9
III
1
– 9
sacra:
Primera edición:
Ediciones LibriMundi/Enrique Grosse-Luermen, Quito, 2005
Segunda edición: De
La Lira Ediciones, 2011